Ser parte de la familia CIES es una de las metas que muchos de nosotros hemos alcanzado y hemos aprendido a valorar y a querer, pero más que una meta, es un logro; una oportunidad para empezar a construir un futuro ideal en nuestras vidas.
Las experiencias hacen al hombre, es cierto, pero cuando esas experiencias son tan agradables y son compartidas con personas que sueñan lo mismo que tu sueñas y que quieren mediante sus capacidades y su visión de la vida salir adelante, no hay poder humano ni sobrehumano que te impida cumplir tus más grandes sueños y ser esa persona que te proyectas.
Mi experiencia en esta gran familia ha sido maravillosa. Allí he aprendido a perder quizás aquellos miedos que sé también, muchos tenemos; pero hay un miedo que todos tenemos en común al momento de dar un gran paso en el camino de la vida: el miedo al fracaso. Muchos me darán la razón, otros quizás, no sea ese su miedo, sin embargo, como dicen por ahí, si no se arriesga, no se gana, y si no se gana, simplemente, vuelves y te levantas pero jamás te das por vencido.
Creo que con el hecho de ya pertenecer a la gran familia CIES he demostrado que el miedo no es más que otro obstáculo de los muchos que he superado y superaré; no diré que los he superado para ser alguien en la vida, no; pues con el estar aquí, como dice mi madre: lleno de vida, con mi familia, mi estudio, mis compañeros , mis maestros y mis metas propuestas , ya soy alguien, incluso todos y cada uno de nosotros somos alguien que queremos y planeamos un futuro muy cercano, en el que demostremos que salir adelante si se puede, y que los sueños se pueden cumplir siempre y cuando no los dejemos dormir.
Recuerdo que al llegar a mi primera clase de inglés, estaba nervioso, pues recordaba poco las lecciones que había aprendido en el que había sido mi colegio; pero en ese momento cuando el profesor de inglés entró y dio su clase, naturalmente, en inglés, le entendí todo.
Mi reacción ante esto fue de sorpresa y en definitiva quería seguir vivenciando esa experiencia y adquirir tal nivel que no solo ese profesor, sino todos, ya poseían. Después de un tiempo ya me había adaptado a que el profesor nos hablara en inglés, y ya era extraño para mi escucharlo hablar en español, incluso recuerdo que una compañera decía que no entendía nada, y la experiencia de yo poder haberla ayudado, a través de esa experiencia que el profesor nos brindaba, me llenaba de satisfacción; el compañerismo es algo que siempre he mantenido y lo he considero muy importante para una excelente convivencia.
Las experiencias vivenciadas me han dado la plena convicción de que quiero salir adelante, y que en un futuro, con cara de ponqué, y copa de champaña en mano, al mirar atrás yo pueda decir THANKS, FAMILIA CIES!
Anderson Rubiano Yusunguaita
Estudiante del programa de Inglés
CIES Bogotá, sede principal.