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UN SUEÑO HECHO REALIDAD

125276_grande_pcXkzZHNAproximadamente hace 33 años me preguntaban  ¿qué quiere ser cuando grande? , y mi respuesta siempre fue: “Profesora”. Es así que cuando jugaba con mis muñecas estas eran mis estudiantes, yo era la profesora y el tablero era una hoja de cuaderno pegada en la pared.

Cuando estaba cursando Quinto de primaria era necesario pensar en qué colegio del estado me iba  a inscribir para ingresar a bachillerato , gestionando así mi mamá la inscripción en la Normal Distrital María Montessori, pues estudiando allí podría ser profesora , porque en aquel tiempo mi mamá veía la necesidad de que pudiera salir de bachillerato con un título para poder trabajar , pues ella no me podría pagar una carrera universitaria, es sí que era necesario adquirir este cupo y la única manera de lograrlo en aquella época , era presentando allí el examen del ICFES , siendo este un momento de mucha ansiedad , esperando los resultados en un formato donde debía decir el puntaje y el sitio donde se asigna el cupo ¡ Qué alegría cundo vi en dicho formato: Cupo asignado para la Normal Distrital María Montessori!.

Allí disfruté mi época de bachillerato, pero aún más cuando en octavo grado inicié la práctica docente ¡qué emocionante, era para mí ir a la anexa para practicar, posteriormente la práctica rural y luego la práctica en educación especial, la elaboración de mis primeras planeaciones , y todo este ambiente educativo que día a día hacía que me enamorará más de la docencia, esto se daba más cuando frente a mí habían maestros modelos a los que yo quería imitar y quienes aún admiro .

Pero bueno esta etapa se estaba terminando y ya mis compañeros comenzaron junto con sus padres a visitar universidades  donde podrían hacer su licenciatura, la universidad más nombrada era la pedagógica, umm… un sueño para mí poder entrar allí a estudiar Licenciatura en Preescolar y después poder poner mi propio colegio, me decía a mí misma. Pero solo era un sueño, porque mientras mis compañeros se estaban inscribiendo en las diferentes universidades yo ya empezaba a buscar trabajo porque en vez de estudiar tendría que trabajar para ayudarle  a mi mamá , pues ella ya no podía seguir sola con las responsabilidades económicas, además ya era hora de ir mejorando nuestra calidad de vida tendría que comprar una estufa de 4 puestos a gas para dejar de lado la de gasolina de dos puestos, quería comprar un TV a color pequeño para dejar de lado uno viejo de tubos que nos habían regalado y entre otras necesidades buscar arriendo en un mejor estilo de vivienda, entonces no había más que hacer… “Tenía que trabajar, en lugar de estudiar”…

Me gradué de la Normal con el Título de Bachiller Pedagógico en el año 1989 y de inmediato me inscribí en el Escalafón Nacional Docente y con estos dos documentos comencé  a trabajar en un excelente colegio donde me dieron la oportunidad de adquirir experiencia e iniciar a trabajar como docente  ¡ Qué emoción ya era profesora! Pero en mi corazón había algo de tristeza porque no podía ir  a la universidad como mis compañeros, entonces a los tres años aproximadamente decidí entrar a estudiar a INESCO, Comercio Exterior¸ pero en el segundo semestre me pasé a Contabilidad, tenía que estudiar algo y este sitio se acomodó a mi presupuesto, a los tres años recibí el Titulo de Auxiliar Contable , pero… no me sentía satisfecha pues no era lo que yo quería y en lo que me lamento es que en vez de haber hecho este técnico lo debí haber hecho en preescolar, pero no sabía que existía esta modalidad; bueno, sin embargo gracias a Dios yo seguía trabajando en  lo mío, en la docencia. Año tras año me iba ubicando cada vez en una mejor institución, sin embargo me sentía muy triste porque mis compañeras eran licenciadas y yo nada que lo lograba, pues precisamente sin este título no podía alcanzar buenos salarios y me seguía siendo difícil pagar el semestre en una universidad.

Un día en un grupo de trabajo de un foro me enteré que existía una universidad con horario, en aquella época, flexible y podría estudiar solo los sábados y además el semestre no era muy costoso, así que me inscribí y entré a estudiar allí, era la Fundación Universitaria Luis amigó” me sentía muy emocionada de poder pisar una universidad, yo ya me había casado y mi esposo me ayudó a pagar algunos semestres. Fueron 6 semestres es decir tres años muy felices, aprendí mucho…comprendí la importancia de leer y me comencé a interesar por la redacción, estaba avanzando en mis conocimientos pedagógicos especialmente en el desarrollo humano y en la formación en valores, pero…. esta felicidad no duró mucho, en el año 1999, tuvimos una crisis económica tan grande que casi perdemos la casa, fue necesario trasladarnos a Villa de Leyva y arrendar la casa para poder salvarla, entonces adiós universidad, ni modos… no podía seguir estudiando. Pero igualmente gracias a Dios allí en Villa de Leyva pude seguir trabajando en un colegio con directivos de excelente calidad humana quienes me dieron fuerza y apoyo para continuar adelante, allí en este pueblo sobresalí como una buena docente, fui muy reconocida y esto subió mi autoestima, sentí que como docente alcancé allí algunos logros, lo cual me motivó para volver a intentar con la realización de una Licenciatura.

Un año después regresé a Bogotá, volví a mi casa y continué trabajando en un colegio durante 6 años, donde me decían que no me preocupará por ser Licenciada pues que esto no era importante, trabajaba en un horario de lunes a viernes de 6 a 6 y los sábados medio día, entonces veía muy limitado el tiempo para estudiar, estando así oprimida durante este tiempo.

Al fin tomé la decisión de retirarme. Ingresé a trabajar en un colegio de Fontibón, donde me dieron la oportunidad de ser coordinadora, allí una compañera me regló una beca para estudiar inglés en CIES, y así fue que ingresé a tan maravilloso sitio….Al poco tiempo de estar estudiando allí inglés, vi un aviso que anunciaba la Licenciatura en Preescolar y pensé… este es el momento en que Dios me está dando la oportunidad de algo que yo había deseado hace mucho tiempo; me inscribí muy emocionada para este programa pensando desde un comienzo en poder llegar hasta el profesional sin conformarme con el técnico. Al comienzo cuando los módulos eran a $ 10.0000, fue un poco fácil, inclusive durante el técnico pude estudiar de a 2 materias , pero a medida que avanzó el tiempo y cuando subieron los módulos fue más difícil, mi esposo me ayudó con los módulos durante los primeros 4 años, recuerdo que los viernes madrugaba a trabajar con su carro , exclusivamente para el módulo que yo debía pagar el sábado siguiente y para los pasajes, en alguna ocasión estaba muy enfermo y a pesar de que le dije que no se fuera a trabajar así , la respuesta de él fue “ tengo que ir para conseguir lo de su módulo . “Esto nunca lo olvidaré”.

Faltándome 5 materias para terminar el profesional tuvimos de nuevo una crisis económica muy grande, ya no estaba el carro con el que mi esposo trabajaba para pagarme los módulos, entonces “qué tristeza” no podía seguir estudiando. De nuevo sentí en mi corazón un dolor muy grande. Durante un mes no pude volver a CIES. Al mes siguiente mi esposo me dijo que como fuera debía reiniciar mis estudios, pero este mes fue muy difícil , pues en esta época el grupo estaba tomando doble materia y cada sábado eran $60.000 más pasajes y almuerzo, entonces al mes siguiente debía retirarme de nuevo, pero me acerqué a donde el decano para solicitarle dejarme entrar a clase con el compromiso de pagarle a los ocho días y así fue entré ese sábado a clase y me fue necesario conseguir dinero prestado para poder pagar y continuar estudiando este mes.

Se llegó el seminario de grado, no podía faltar ningún sábado y como siempre… otro obstáculo, en el colegio donde trabajaba tenía que asistir un sábado cada mes  y según ellos no podían hacer excepciones conmigo, me encontraba en un dilema: o termino la Licenciatura o sigo trabajando; entonces fue necesario renunciar allí, donde había trabajado durante 4 años e irme a trabajar a un colegio por menos sueldo, pero así podría lograr terminar con esta última etapa de mi licenciatura.

Doy gracias a Dios por poner en mi camino a CIES, la corporación que me abrió sus puertas para que hoy yo pudiera decir: “Por fin soy Licenciada” después de tantos años de lucha y a Don Luis Criollo porque sin la labor social de él yo no hubiera podido ser Licenciada, pues mis recursos económicos  no me lo habían permitido.

Gracias Don Luis porque los pobres si podemos ser profesionales en su Corporación. Mil y Mil gracias, y estoy segura que así como yo , hay miles de personas a las que no nos cabe en el corazón la emoción que sentimos al agradecerle por darnos la mano para poder cumplir nuestro sueño.

Dios lo bendiga

Licenciada Francy Nahir Martínez Ortiz

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COMBATIR EL BAJO RENDIMIENTO ACADÉMICO PARA PREVENIR LA PÉRDIDA O EL FRACASO ESCOLAR: UNA TAREA COMPARTIDA ENTRE PADRES Y ESCUELA

Educación básica CIESSi miramos la siguiente definición sobre educación que nos dice: “Proceso de desarrollo integral de la persona humana, a través del cual profundiza su experiencia personal y de la sociedad con el fin de lograr su madurez y la transformación de su realidad”, podríamos observar que para muchos educandos no se cumple, cuando no culminan satisfactoriamente un ciclo escolar.

Analizando las causas de pérdida o deserción escolar, se determina que son variados los factores que inciden entre los cuales se destaca la formación moral de los individuos, una formación que empieza en casa y debe ser completada en las instituciones educativas.

La deserción del sistema educativo no sólo perjudica a los escolares y a sus familias sino también a todo el país, porque se restringen las posibilidades de desarrollo social y las que están en directa relación con el capital humano. Es clara la relación entre el nivel educativo y las oportunidades de progreso de las personas. Así, dejar la escuela para acceder a empleos informales, que suelen tener jornadas excesivas y precarias condiciones laborales, hace que se conserve o prolongue el círculo de la pobreza.

En este orden de ideas, los factores asociados a la deserción escolar se pueden agrupar en tres grandes ámbitos:

Ámbito familiar: La familia es la primera y más importante institución educadora. Las interacciones que se producen en su seno influyen de modo continuo y significativo en la vida de sus miembros.  Aunque haya numerosas excepciones, cabe pensar que el nivel instructivo de los padres incide en el rendimiento académico de los hijos. Por otra parte, la escasez de recursos económicos familiares puede frenar el proceso formativo y el rendimiento académico de los hijos cuando las presiones y situaciones impuestas por la penuria son tan grandes que ahogan a los menores en preocupaciones o impiden disponer de las condiciones materiales necesarias para estudiar. Igualmente se puede comprobar que las actividades sociales y recreativas de la familia constituyen un buen indicador de la influencia que esta institución ejerce sobre el rendimiento escolar del alumno, ya que los educandos que tienen un buen ambiente familiar en casa luego consiguen mejores notas que aquellos con ambientes familiares malos. Por lo tanto cabe consignar que el clima familiar que puede ayudar a optimizar la educación y consiguientemente a neutralizar el fracaso escolar, es el que se basa en el afecto, la comunicación, la seguridad, el respeto, las normas, la participación y el fomento de la autonomía.

Ámbito escolar: El ambiente escolar no se reduce al marco físico, también hay que tener en cuenta la dimensión humana. El clima social escolar depende de la cohesión, la comunicación, la cooperación, la autonomía, y la organización del estilo de dirección docente. En general, el tipo de profesor dialogante y cercano a los alumnos es el que más contribuye al logro de resultados positivos y a la creación de un escenario de formación presidido por la cordialidad.  Se puede pronosticar un mejor rendimiento académico a los alumnos que trabajan en un ambiente de respeto, presidido por normas claras y en el que se cultiva la cooperación sin prescindir de la autonomía. 

Ámbito personal: El estudio del rendimiento escolar a partir de variables personales enfatiza con justicia el hecho de que el verdadero protagonista de la educación es el alumno. Las variables más relevantes, que influyen en el rendimiento del alumno pueden ser el autoconcepto y la autoestima, el alto nivel de aspiraciones, las actitudes hacia el estudio, la autoeficacia, etc. La personalidad constituye algo dinámico y a su vez adaptativo. Es el resultado de los factores hereditarios y ambientales, pero en cualquier de los casos, cabe afirmar que la perseverancia, en cuanto rasgo de personalidad, ayuda a obtener buenos resultados. Todo éxito requiere constancia, esfuerzo prolongado, tolerancia a la ambigüedad y a la frustración.

Es urgente y necesario que todos los involucrados en el proceso educativo, brindemos estrategias compartidas que contribuyan a disminuir en gran medida la pérdida o el fracaso escolar.

Liliana Forero Salgado

Coordinadora – CIES Neiva

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EL LÍDER ¿NACE O SE HACE?

Liderazgo CIESLa clásica pregunta que la gente se hace en torno al liderazgo es ésta: el líder, ¿nace o se hace?. Puede que al plantearse la pregunta, flote en el ambiente la idea de un liderazgo carismático, unido al poder, a la sangre o a factores de otro orden (religiosos, familiares, etc.)

En algunos casos incluso puede tratarse de hijos de líderes famosos, que en alguna forma podría afirmarse que han heredado de sus padres esa condición o, al menos, esa inclinación que puede convertirse en vocación para ellos. Sinceramente pienso que son casos minoritarios en torno a los cuales, sobre todo hoy en día, no cabría apoyarse la tesis de un  liderazgo hereditario como tesis dominante a la hora de explicar el fenómeno.

Los líderes en el sentido tradicional del término saltan desde la mente sin dificultad porque son sinónimo de grandes hombres (Alejandro Magno, Julio César,  Gandhi, etc.) Más recientemente podríamos decir Einstein, John F. Kennedy, Juan Pablo II, Gorbachov, la Madre Teresa de Calcuta, Walea, Mandela, o unos cuantos grandes generales, deportistas o  científicos. Figuras de primer orden que ha ejercido una influencia notoria como forjadores de la sociedad actual.

No ponemos en esa categoría personajes como Hitler, que pueden representar un tipo de liderazgo a nuestro modo de ver deficiente en un aspecto fundamental que son los valores, lo cual de por sí lo reduce a una influencia carismática pero manipuladora sobre las masas. Digamos que es el liderazgo o mal llamado liderazgo de ese tipo de  hombres excepcionales en su capacidad para el mal.

Sin entrar a discutir este tipo de liderazgo, cabría afirmar que no es el que primariamente nos interesa cuando tratamos de responder a la pregunta si el líder nace o se hace. No estamos averiguando por los líderes que nacen o que heredan esas características, ni aquellos que por su grandeza han ejercido una particular influencia en las colectividades. Nos parece que encarna un  tipo de liderazgo muy digno de ser tenido en cuenta.

Pero aquí nos preguntamos más bien por un liderazgo que tiene que ver con el grupo humano que rodea al líder, con la comunidad en la que ejerce su influencia. Entonces la superficie para encontrar esos líderes, se torno más amplia, porque no necesariamente se está pensando en grandes personales de la historia o del acontecer mundial.

Para responder si el líder nace o se hace quisiéramos preguntarnos por un liderazgo que dependa más del efecto del líder en los seguidores que de la personalidad misma del líder o de sus condiciones excepcionales, sin que éstas dejen de ser importantes a la hora de considerar su actuación frente al grupo de que se trata.

Con esa idea delante, entonces la respuesta más pertinente  a esa pregunta  es que el líder no nace sino que se hace. Eso quiere decir que estamos hablando de un liderazgo accesible a muchas personas, no reservado a una élite o a una minoría, ni a los grandes personajes a los que antes nos referimos.

Es un  liderazgo que se asume,  que resulta o que aparece en la vida de muchas personas: en la empresa, en la familia, en la escuela, en la universidad, en la iglesia, en el gobierno, en la política. Puede tratarse incluso de un liderazgo situacional, ligado a unas circunstancias determinadas y a un  tipo de relaciones.

Digamos que hay líderes que no sólo no nacen, sino que no necesariamente se hacen, como fruto de un proceso deliberado de construcción del liderazgo, sino que surgen y crecen en ciertos ambientes. Pero sí hay otros que se lo proponen explícitamente y se hacen líderes en virtud de las responsabilidades que asumen y de la influencia que llegan a ejercer sobre los demás por la ejemplaridad en su conducta y por su capacidad de arrastre y de ayuda para conseguir determinados objetivos.

Son los líderes a los que corresponde la afirmación que hace Toynbee: Aquellas personalidades creadoras que dan siempre respuestas exitosas a los desafíos del medio y que en razón de su integridad y de su compromiso con el grupo son libremente seguidos por la mayoría. Nos parece que esta definición encarna de una manera bastante aproximada la esencia del liderazgo, sin encorsetarlo en fórmulas psicológicas.

Dentro de la tesis de que el líder se hace cabe más una concepción democratizante y participativa del liderazgo que una elitista. Y tiene que ver más con un líderazgo que delega en el grupo la posibilidad de tomar las decisiones (liderazgo democrático) que con un liderazgo autoritario (que toma las decisiones unilateralmente o que se sirve del grupo como una disculpa para aparentar la participación).

Aportes del liderazgo empresarial

Un aspecto que debemos destacar en esta consideración del liderazgo como algo que se hace es la comprensión del mismo proveniente desde el ámbito de la empresa. Esta ha asumido desde hace varias décadas u n liderazgo social bastante significativo. Y no resultad nada extraño que se haya preocupado del tema del liderazgo como de un tema de gran importancia, hasta el punto de que los grandes teóricos del mismo están lkigados con ese mundo (Kotter, Heiftz, Drucker.)

El liderazgo gerencial ha relacionado, inicialmente, más con la transmisión y la influencia acerca de la Visión y la Misión de la empresa y con el señalamiento de objetivos y metas (liderazgo estratégico), y con la comunicación, el apoyo y la recompensa al trabajo de la gente.

Con Stephen Covey  surge en 1990 la idea del liderazgo centrado en principios, en la que el líder ve su vida como una aventura dirigida en forma equilibrada, más centrada en el carácter que en los rasgos psicológicos de personalidad, líderes que apoyan su acción más en principios (inmnutables) y en valores (cambiantes), que están en actitud permanente de aprendizaje, de vocación hacia el servicio, que irradian energía positiva, credibilidad y sinergia en el grupo, además de estar autoevaluándose permanentemente.

Podemos entonces, ya en este terreno, hablar del líder que se hace porque hay en él un proceso formativo y un proceso de acción, que lo llevan desde la motivación (la razón por la cual es impulsado a actuar, especialmente si es de tipo trascendente: el servicio a los demás), hasta la actuación, previo unas capacidades intelectuales, emocionales, y productivas, administrativas, gerenciales y directivas  y unas habilidades personales de comunicación y manejo de los grupos, de trabajo en equipo de administración del tiempo o negociación.

Es un liderazgo que impulsa la visión, promueve el cambio, genera compromiso y credibilidad, fija metas, da recompensas, establece sanciones, delega responsabilidades, produce resultados, ofrece ejemplaridad en los valores, asume riesgos y consigue seguidores.

Construcción del liderazgo

No resulta, pues, exagerado, hablar propiamente de la construcción del liderazgo en las personas como un proceso que, basado en determinadas oportunidades, permite el desarrollo de capacidades, habilidades y hábitos que permiten actitudes y virtudes estables y que configuran lo que podemos denominar liderazgo: la capacidad de asumir la responsabilidad de conducir a otros al logro de sus objetivos personales y sociales.

Un proceso de construcción es una tarea progresiva que parte de unas bases, que apunta a unos objetivos y que se puede evaluar permanentemente.  Hay que partir de unas oportunidades de manifestar ese liderazgo, unas capacidades de encarnarlo, una necesidades sociales de manifestarlo, y un grupo humano en el cual expresarlo.

Un carácter definido, una personalidad lograda, un esfuerzo que se convierte poco a poco en hábito constante, ponen a una persona en camino de potenciar sus capacidades de liderazgo.

Las oportunidades permiten que surjan los líderes. A veces un gran vacío en la familia, en un grupo intermedio o en un medio empresarial, son la oportunidad óptima para que alguien en el que no se había pensado para que asumiera esas responsabilidades, está en condición de hacerlo porque se ha presentado la ocasión.

Ahí es cuando la persona necesita ese empujón para que demuestre que si es capaz de asumir ese papel.

La construcción arranca, como afirma Drucker, no con la pregunta qué es lo que quiero sino qué es lo qué debo hacer para cambiar la situación. La diferencia entre un líder y un gerente es que el gerente hace lo que debe hacer según la organización y el líder hace lo que toca para que las cosas marchen.

Y la construcción es construcción de lo que –siguiendo a Drucker— son los cuatro pilares básicos del liderazgo: tener seguidores, porque se influye en personas concretas, que hacen lo que deben hacer, y el líder les da ejemplo para que lo haga, y obra con responsabilidad.

El liderazgo, bien lo reafirma Drucker no es popularidad, ni rango, ni privilegio. Es ante todo responsabilidad. Y yo añadiría, entendida ella como capacidad de dar respuestas adecuadas a las necesidades del medio.

El liderazgo es construcción porque exige estructurar la persona de tal manera que aparte de su conducta aquellos comportamientos que estorban su acción con los demás, especialmente en las relaciones interpersonales.

Si el líder es el hombre de la visión, tiene que estar en capacidad de ver más allá de lo corriente, de trascender con su conocimiento y su pensamiento para poder impulsar la organización hacia el sueño colectivo y para hacer que se cumpla la misión.

No es una construcción hecha de simples habilidades para comunicarse o para persuadir. Es ante todo, desarrollo de hábitos estables, de valores y virtudes que le dan coherencia de vida, consistencia de actuación, entusiasmo por la tarea y una confianza en los demás que genera credibilidad, optimismo e iniciativa.

El liderazgo de que hablamos y cuya impronta se lleva en el espíritu no es un privilegio o una posición de prepotencia frente a los demás. Es una visión esperanzada a la que corresponde una misión que no es otra cosa que la responsabilidad de construir el futuro con las propias manos.

Producir resultados, seguimiento y credibilidad

El líder de que hablamos lo es en cuanto produce resultados, consigue adhesiones libres e influye en sus seguidores, que ven en él un ejemplo y una ayuda para conseguir sus objetivos.

Es líder porque genera credibilidad. Precisamente el vacío actual de liderazgo está marcado profundamente por la falta de credibilidad de la gente en el gobierno, en el Estado, en los políticos y en la clase dirigente en general. El líder hace-hacer, y ofrece respuestas distintas de lo rutinario, muchas veces fuera de los ámbitos del poder porque demuestra autoridad moral.

El Espíritu de Liderazgo nace desde dentro y desde ahí desencadena las acciones de servicio que se traducen en resultados. Es, más propiamente hablando, un autoliderazgo. Ser actor del cambio conduce al líder al compromiso y al logro de objetivos.

La palanca del gran cambio es su voluntad, un querer firme que se afirma en el presente mediante la toma de decisiones acertadas y en el futuro en forma de propósitos realizables.

Sólo la fidelidad a los principios le inspira la acertada elección de los medios y la no confusión de éstos con los auténticos fines.

Este Liderazgo implica visión del futuro, dar alas a la esperanza para llegar muy lejos, pero también valores personales acendrados en la propia lucha diaria por sacar adelante el proyecto personal de vida –para que este sea coherente, unitario, y convergente a las metas–,  y mucha valentía para abrirse paso contracorriente de la vida fácil y el consumismo estéril.

“Sólo se merece la libertad y la vida aquel que se esfuerza por conquistarla cada día” (Goethe). En último término lo que está en juego en la sociedad es el uso y sentido de la libertad. Existe demasiada gente entendiéndola en forma individualista y egoísta cuando debería entenderse en forma comprometida y solidaria.

El líder crea espacios desde su libertad comprometida para hacer valer las libertades públicas esenciales a una sociedad.

Voluntad permanente de hacer el bien

Si la peor miseria del hombre no es no tener sino no querer, el líder fortalece su corazón en la voluntad permanente de hacer el bien y de buscar el bien común, para ser y para dar, para servir y para comunicar, para participar y ser solidario.

Hoy más que nunca hay que hacer frente al individualismo egoísta que invade todas las capas de la sociedad, y desplazar el relativismo moral dominante por una ética basada en principios naturales y en valores encarnados en virtudes personales.

Bien comprobado tenemos que sin una ética realista que lleve a una conciencia cierta y recta la sociedad se desmoraliza y se corrompe. “Sin moral -dice San Agustín en palabras actualísimas- los imperios, los reinos y principados no son sino empresas de bandolerismo”. Sin virtudes, el alma del hombre sería desértica como un paisaje lunar desolador y frío.

El líder debe  conjugar el nosotros de la participación, y poner corazón en lo que hace, pasión y entusiasmo. Y comprender que el paso de los años lo deben alejar cada vez más de sí mismo y acercarlo más a los demás.

El líder necesita bucear en la corriente escondida de su fuerza espiritual y llenarse de un sentimiento afirmativo, asertivo, para trazar la vertical sobre el negativismo llorón y desolador. Necesita el líder  un poco de la inspiración de los poetas, de la ternura de los niños y de la locura de los santos.

Y así podrá remover su fondo íntimo y profundo para hallar la emoción sentida, la ventaja de dar sin esperar calculadoramente la respuesta en términos de bienestar.

Trabajo en equipo y solidaridad

La sociedad no da espera. No podemos pensar que “después” se podrán arreglar los problemas. Como dice algún autor “El que se mete en el camino del después acaba en el nunca”. Hay que correr riesgos.  Y “para los individuos y las colectividades, los mayores éxitos siempre los obtienen quienes saben correr los mayores riesgos (Thibon).

No olvidemos que el alma del hombre, que es como un disparo hacia el infinito, da sentido a todo lo que le rodea De ella surge la fuerza para preferir lo mejor a lo bueno. Para un líder lo que hay que hacer es lo que parece imposible, pues lo posible ya está hecho..

La construcción del liderazgo se acendra en la convivencia fecunda y en el trabajo en equipo. Vivimos en una sociedad en la que nadie se pierde o se salva sólo. Necesitamos por vocación constitutiva del hombre la presencia de los temas, propósitos comunes, tareas colectivas. El futuro es impensable sin ese trabajo mancomunado y sin los mecanismos de participación hechos realidad en la familia, en la empresa, en todas las instituciones de la sociedad.

Ha llegado la hora de mostrar con obras que los líderes son más capaces de construir el futuro porque se han atrevido a pensarlo y rediseñarlo.

Los líderes saben que el cambio de la sociedad exige ante todo un cambio profundo personal y un tener los pies en el contexto social para poder construir una sociedad donde la participación, la solidaridad y los valores éticos son la columna vertebral del bien común.

 

Jorge Yarce, instituto latinoamericano de liderazgo

 

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LEGADO CIES

Legado CIESLa primera vez que puse un pie dentro de la corporación apenas soltaba el diploma de bachiller, hoy estoy a dos semestres de obtener el diploma de profesional, nunca imagine el giro que daría a mi vida hacer parte de este proyecto.  

Hace unos días alguien me preguntaba ¿porque CIES no cobra el semestre a sus estudiantes?, a lo que respondí: “…por que perdería su razón de ser!!….”,   y desde ese momento he observado toda la obra que realiza CIES en la vida de todos los que la integran, desde el cuerpo estudiante y docente hasta el administrativo, con la hermosa obra de abrir la puerta y dar la oportunidad a muchos de realizar el sueño de ser profesionales en la carrera que les apasione, y a quienes hacemos parte del cuerpo administrativo que hemos encontrado aquí un segundo hogar, el cual nos deja una enseñanza maravillosa y es que para ver el cambio en el país hay que empezar por uno mismo, así como lo hizo esta empresa que con un modelo novedoso hoy lleva sonrisas, metas cumplidas e ilusiones a miles de Colombianos.

Estaré eternamente agradecida con la vida y con Dios por permitirme contar con una familia tan maravillosa y porque esta familia me dio la oportunidad de crecer personal laboral y profesionalmente,  madurar y progresar compartiendo triunfos, angustias, lágrimas, fracasos y sacrificios, así como lo vivieron sus fundadores quienes ven hoy el fruto de lo sembrado hace 13 años. 

CIES no solo ha sido un regalo en nuestras vidas sino una tarea diaria, todos los días hay que esforzarnos para construir un mejor país. 

A quienes culminen su ciclo en CIES porque se les abran otras puertas jamás olviden este legado, aplicar lo aprendido, innovar, crear, mejorar y educar, solo mediante la educación lograremos la tan anhelada transformación de Colombia. 

Por último pero no menos importante nunca dejen de estudiar, y de pedir a Dios que esta tierra siga dando tantas mentes y corazones tan nobles y brillantes como los de los fundadores, funcionarios y estudiantes de esta corporación, que bendiga esta labor y permita la expansión de la institución para seguir llenando de alegría y cambio los hogares de nuestro país. 

Gracias CIES, Gracias familia.

Daniela Criollo

Auxiliar Administrativa CIES

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Nos propusimos regalar una sonrisa y lo logramos

Brigada sonrisas CIESEntorno a la mesa del comedor de mi hogar recibí un comentario que me llegó directo a mi corazón, no solo por lo que me decían sino por quien me lo decía. Un joven de 24 años me comentaba como le gustaría regalar una sonrisa a muchos niños en Colombia, siempre creí que las prioridades y sueños de un joven a esa edad serían muchos pero jamás esperaba ese bello comentario.

Mi mirada quería penetrar a lo más profundo del corazón de éste joven, en ese instante sólo deseaba conocer mucho más de lo que ese muchacho llevaba por dentro, pero mi respuesta fue inmediata:

¿dime qué quieres hacer para regalar una sonrisa a muchos niños de Colombia?No sé, me respondió, pero pronto te voy a contar que debemos hacer para lograr que mi sueño se haga realidad. No pasaron muchos días, cuando telefónicamente éste joven se comunica y me dice:

Los niños del HOSPITAL DE LA MISERICORDIA, han sido mis escogidos, no ha sido fácil seleccionar a quién, son millones de niños en Colombia a quienes me gustaría regalar una sonrisa, pero vamos a empezar con cuatrocientas sonrisas, por eso quiero que el próximo 27 de abril le celebremos a estos niños: EL DIA DEL NIÑO.

Mi corazón parecía reventar de la emoción y nunca puse en duda que el sueño de éste joven sería una realidad, inmediatamente lanzamos la campaña en Nuestra Institución: REGALEMOS UNA SONRISA A LOS NIÑOS DEL HOSPITAL DE LA MISERICORDIA, con una acogida total de la GRAN FAMILIA CIES, funcionarios, docentes, estudiantes y amigos nos permitieron cumplir éste lindo sueño, todos querían dejar su sonrisa en el regalo que depositaban en esa gran caja que habíamos preparado para recibir las donaciones.

Y llegó el domingo 27 de abril, todo un gran evento preparar los regalos, llevarlos al hospital y entregar los a los niños.

La vida por motivos ajenos no nos permitía ni  al joven que soñaba con éste lindo regalo ni a mí estar en la entrega de los regalos, pero en cada regalo iba un pedazo de nuestro corazón.

Los compañeros que estuvieron en la entrega de los regalos a los niños me han comentado que no hay palabras para expresar lo que se siente cuando se logran regalar sonrisas a los niños que hoy están en un hospital.

Una vez más la vida nos da la oportunidad de hacer realidad nuestros sueños, por eso quiero compartir con toda la familia CIES, que ese joven que hoy logró realizar su sueño de regalar UNA SONRISA A LOS NIÑOS DEL HOSPITAL DE LA MISERICORDIA, es mi hijo, y le doy gracias a Dios y a toda mi GRAN FAMILIA CIES, por el apoyo y solidaridad.

Luis E. Criollo

Director nacional CIES

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ES SOLO EL COMIENZO

CIES solución educativaHe aprendido a conocer y a vivir lo que es CIES para muchos de nosotros, los que hemos tenido la oportunidad de estar allí, un hogar de puertas abiertas, con nuevas oportunidades,  brindadas a aquellos que realmente quieren cambiar un futuro pero no solo de sus familias, si no de un país entero. ¿Cómo no querer estar en un lugar donde su prioridad es el desarrollo de las personas? Una institución la cual ve en sus estudiantes la nueva era del mundo y  por ello nos preparan día tras día  basados en principios de calidad, responsabilidad, ética  y excelencia educativa.

Al comenzar mi programa mis expectativas eran principalmente fomentar los conocimientos de inglés pero además de ello me encontré con personas magnificas las cuales hicieron que cada día de clase fuese mucho más gratificante, ya que cada día y junto a ellos aprendía cosas nuevas. Debo decir que no solo me formé con un idioma que además de todo será de gran ayuda en mi vida profesional, por el contrario me formé como una persona con capacidad intelectual y con valores fundamentales los cuales sé que me servirán como base para enfrentar cualquier reto que se me anteponga en el camino (una mujer integral).

Al ver toda esta situación de que algunos pocos estaban actuando por una generación de jóvenes, niños y adultos de Colombia, por cambiar un pueblo de mentalidad baja, me llena de alegría y motivación para trabajar por lo que se está construyendo. Mi visión se amplía, cambia mi forma de ver el mundo pero también me permite pensar en soluciones adecuadas para dar la mano al que más lo necesita.

CIES marcó huella en mi vida y probablemente en la de cada estudiante. Nos brindo nuevas esperanzas de triunfar y de ser nuestra mejor versión. SOMOS LA SOLUCIÓN

Alejandra Acosta Valencia

Estudiante Inglés avanzado, CIES sede principal.

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En memoria de Janeth, estudiante CIES.

Familia CIES

Son las 3 de la mañana y su vista se pierde a lo lejos por el marco de la ventana que apunta hacia la calle vacía, la soledad de ese momento contrasta con la tormenta desatada en su interior, las dudas, las certezas, los miedos y los conflictos que no dejan dormir.

Existe una sola idea en su mente, seguir estudiando, educarse, aprender, cumplir esa meta que se ha propuesto contra viento y marea, no darse por vencida porque los segundos avanzan, los minutos no dan descanso y las horas pasan como una corriente de agua que no se detiene. Por qué se siente feliz en CIES me pregunto yo si nadie conoce su dolor, si la sonrisa de su rostro oculta el padecimiento insoportable. Durante mucho tiempo todos los martes cumplía su cita a clases queriendo aprender algo nuevo con la voluntad de quién pelea una guerra ganando una batalla a la vez, las matemáticas, los lenguajes de programación y todas las materias que veía le abrían un horizonte de conocimiento deslumbrante.

Sus compañeros, los más íntimos, conocían el trasfondo de aquella situación y se convirtió en ejemplo para ellos, es increíble pensar que cada salón de CIES es una manada que se conoce, se cuida y se apoya, en aquellos salones nacen amistades y se entretejen vidas que se acompañan durante este corto camino de preparación y educación.

En el día de su grado sus ojos brillaban, la alegría contrastaba con sus problemas en casa, se extrañaba la compañía de su amado pero al fin y al cabo era el logro de tanto esfuerzo, tal como lo hacen muchos de nuestros estudiantes que construyen sus sueños paso a paso, sembrando en la tierra ciesista para recoger frutos de valor y dignidad.

Hace unos meses esa luz se apagó, la enfermedad agresiva acabó con esa vida, hasta el último momento CIES fue su segundo hogar, su sonrisa se recuerda, sus ganas de estudiar nos motivan y nos recuerda que el tiempo es corto, que la amistad existe y que las ganas de luchar nacen del corazón de las personas que no pierden la esperanza.

Cuantas historias tiene CIES para contar, en su gran mayoría son historias de esperanza por un mejor futuro, un futuro que se labra con las propias manos y no uno que se promete con palabras que se lleva el viento, cada historia es importante porque deja una enseñanza, porque deja huella en cada uno de nosotros y nos hace recordar la razón por la que existimos, construir un mejor país.

En memoria de Janeth, estudiante de Sistemas CIES.

Franky Carrillo

Coordinador de Sistemas y Diseño Gráfico

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La mala leche educación nacional

La divulgación de los resultados de las Pruebas Pisa 2012 que ubica a Colombia en materia educativa en la cola del mundo, no solo nos plantea la necesidad de una reforma urgente del sistema educacional, sino también a cuestionarnos sobre las razones profundas del fracaso. Ahora que los ánimos están calientes y la prensa nos recuerda lo lejos que estamos de alcanzar el desarrollo pleno. Ahora que las preguntas dan paso a las explicaciones y los colegios del país reconocen que en competencias educativas quedamos como una chancleta ante el mundo, es hora de que hablen los políticos, alcaldes y dirigentes de la educación.

Es el momento de reflexionar sobre los por qués. No el mayor  [por qué la educación nuestra es tan mala], sino sobre los otros: por qué nos fue como perro en misa en matemáticas; por qué tan pésimos en lectura y escritura; por qué no dimos pie con bola en ciencias; por qué nuestros futuros profesionales no leen bien y entienden peor. Es hora, creo yo, de que hable la Ministra de Educación, de que hablen los gobernadores de los 32 departamentos del país, de que hablan los alcaldes y concejales y los aburguesados revolucionarios de FECODE. Es hora de que hable el Presidente de la República y le explique a sus gobernados por qué la educación de Colombia huele a podrido y hace más ruido que un carro viejo subiendo una colina empinada.

Hoy estamos indignados porque en materia educacional solo estamos por encima de Indonesia y otras naciones cuyo PIB es inferior al nuestro. Estamos indignados porque cada vez que participamos en dichas pruebas bajamos varios peldaños del escalafón y demostramos que las habilidades nuestras solo se ponen de manifiesto en el chanchullo que llevan a cabo nuestros políticos para robarse los dineros del Estado y la de los directivos de la educación para inscribir en las distintas instituciones públicas del territorio nacional estudiantes fantasmas que luego les serán pagados como presenciales.

Es hora de que se abra una investigación profunda y que tenga que irse quien le corresponda. Es hora de dejar de buscar la fiebre en las sábanas. El país está jodido porque los corruptos  así lo desean y los honestos, que somos muchos, permanecemos pasivos ante el accionar de las mafias enquistadas en los sistemas educativo y político de la Nación.

Es hora, creo yo, de exigir un referéndum para transformar las políticas educacionales, de paralizar el país no solo para pedir un aumento de salario sino para demandar respeto por la formación de nuestros descendientes. Desde hace ya varias décadas, Colombia viene cuesta abajo en materia de educación. Están lejos los días en que los grandes colegios públicos del país se peleaban los primeros lugares de las pruebas del ICFES. Están lejos los días en que colegios como el Iném y el Liceo de Bolívar de Cartagena de Indias eran consideradas instituciones de respeto. Hoy son solo escuelitas donde asisten 25 de las 82 pandillas que tiene la ciudad.

Pero el problema, de orden nacional, va más allá. Pues las políticas de cobertura que ha puesto en marcha el Estado desde hace unos años para acá han violentado la exigencia académica y permitido que el soporte que mantenía con vida la selección de los estudiantes cediera. Hoy, al Gobierno le interesa mucho más mantener las aulas llenas que prodigar una formación de calidad, acorde con los nuevos estándares de la educación internacional, pues aunque lo que se busca es asentar las competencias en las distintas disciplinas del conocimiento, en muchas de nuestras instituciones siguen evaluándose contendidos. De ahí, sin duda, parte del fracaso que se pone de manifiesto cada vez que nuestros estudiantes acuden a la realización de las Pruebas Pisa u otras de carácter nacional como las Saber 11 o Saber Pro.

Perder el año escolar, como decían nuestros padres y abuelos, es hoy un mal negocio para el Estado aunque el estudiante no haga el mínimo esfuerzo para ser promovido. El problema es grave porque  la formación de los ciudadanos no se está mirando en término de excelencia sino bajo la lupa de cobertura-pérdidas. Es decir, cuánto dinero se va por el caño cuando un  alumno reprueba el año escolar y cuánto debe aportar el Estado para que lo repita. Las leyes para minimizar el impacto de reprobación han sido sin duda desastrosas porque han obligado a las instituciones escolares llevar a cabo una promoción casi automática de los educandos, sin importan si estos han desarrollado las competencias necesarias que les permita ser promovidos a un grado superior.

Hay que recordar que la función del Estado Social de Derecho no es hacer favores. Este tiene unas obligaciones constitucionales y morales con sus nacionales, y una de estas es la inversión sistemática en educación que permita el avance firme de sus instituciones y asegure un futuro digno a sus ciudadanos. Una inversión que no se limite solo a la cobertura, sino también que desarrolle los mecanismos necesarios para que esa educación se inserte en unos estándares mínimos de calidad, como lo exige el Programa para la Evaluación Internacional de los Estudiantes, PISA [por su sigla en inglés].

Recordar que los pueblos que olvidan su historia están condenados necesariamente a repetirla no es un lugar común, sino una manera sensata de apuntalar el lugar de fractura para que los que vienen no cometan las mismas faltas que nos condenaron. Es una cuestión de sentido común. Es la razón que lleva a un padre  a preparar el camino por donde transitará el hijo para que no caiga en los baches en los que él tropezó. En Colombia, la educación es mala porque las políticas que la rigen lo son. Y hasta ahora no se vislumbra a corto ni largo plazo un interés real del Estado por corregir los errores, lo que nos permite asegurar que los resultados de las próximas Pruebas Pisa serán peores. Para esto no se necesita tener una bola mágica de cristal. Los hechos hablan por sí mismos.

Por Joaquín Robles Zabala
Publicado el 07/12/2013 en http://www.semana.com

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Colombia, por una educación de calidad

Según el más reciente balance del Banco Mundial, Colombia es una de las naciones Latinoamericanas con mayores brechas sociales a pesar de sus positivos avances en la disminución de la pobreza según el informe ‘Ganancias sociales en la balanza: un reto de política fiscal en América Latina y el Caribe’ se le hacen algunas recomendaciones a la Nación donde toma gran relevancia el deber que tiene el Estado para garantizar el ingreso a una educación de calidad de forma equitativa incrementando así las posibilidades para la primera infancia.

Frente a las apreciaciones del informe el profesor Jonathan Caro Parrado Licenciado de Ciencias Sociales de la Universidad Pedagógica de Colombia, graduado en 2012, actualmente coordinador del Centro de Estudios Geográficos Leonardo Pérez Castillo, perteneciente al colectivo “Sin Memoria Muero” y participante de la Mesa Amplia Nacional Estudiantil- MANE respondió:

¿Cuál es el contexto de la educación en Colombia?

La educación en Colombia es una apuesta desde lo gubernamental donde se busca las mejores de esta, sin embargo el problema radica en el que estas mejoras se quieren hacer desde una mirada económica de competitividad, entonces estos nos lleva a tratar de imitar experiencias educativas exitosas como las de Finlandia, Alemania y Japón pero que para un país como Colombia no funcionan.

Entonces se habla de la baja financiación de los procesos educativos, de la falta de conocimiento del contexto de los niños niñas y jóvenes que asisten a la escuela, y de deficientes garantías para los profesores de básica primaria y secundaria.

¿Los métodos educativos que se utilizan son los adecuados?

Nosotros no podemos experimentar con recetas que no se acoplan a la realidad colombiana y se debe partir que desde la preparación de los maestros, y la inversión en educación es muy baja, entonces estos métodos no generaran los mejores resultados.
Pero la reflexión debe ser cual es el verdadero proyecto de nación que tiene Colombia, y si se le apunta a una educación técnica o tecnológica o para hacer empresa.

¿Cómo se puede obtener una educación de calidad para el país?

Se debe resaltar, que desde el informe la fundación Compartir titulado ‘Tras la excelencia docente, no se puede determinar desde las tempranas edades quien tiene vocación para ser maestro, sin embargo lo que se puede hacer es trabajar por cultivar unas propuestas pedagógicas como se hace en las escuelas normales pero también se debe trabajando desde lo disciplinar.
Se debe exigir más requisitos para los profesores que llegan a enseñar a básica primaria, ya que en este país con solo ser normalista para dictar una clase, pero reitero que se le deben dar garantías desde lo laboral.
La escuela no puede ser una guardería en donde los niños pasan horas aburridos, si no que se debe convertir en un espacio de transformación donde desde las directivas se piensen en unas dinámicas diferentes para la enseñanza, porque las nuevas generaciones no se pueden formar a partir de un modelo que cumple más de 50 años.

¿Por qué la educación puede ser un motor para la disminución de las brechas sociales?

Las brechas sociales se disminuyen, cuando exista una educación unificada en donde no se le enseñe al de los andes que puedo ser el dueño del mundo, mientras que en otra universidad se le enseñe a ser un buen empleado y a pesar de los planes existencialistas de el Estado como de cero a siempre estos son solo paños de agua tibia, pero todos los que hacen parte de estos procesos educativos debemos apostar por una educación con mayor igualdad.

¿Qué debe hacer el Estado para el mejoramiento de la Educación?

Lo primero que se debe hacer en generar más inversión para la educación y desde allí se puede partir para estas mejoras, desde mi postura a los chicos se les puede desde cada docente generar alumnos más críticos, con posturas que contribuyan a los procesos sociales.

¿Qué modificaciones se deben realizar en los procesos académicos de la básica primaria?

Lo principal es trabajar en el pensamiento lógico matemático y en la comprensión lectora, para unos procesos educativos mas consolidados, y desde los maestros ellos no deben saber de todo si no especializarse y generar contenidos más rigurosos, pero a la vez más didácticos.

¿Cómo se puede integrar a la sociedad civil para contribuir a las mejoras de la educación?

Lo primero que debe hacer la sociedad es dejar la apatía por los temas de participación ciudadana y sus realidades, concientizándose que la educación es un proceso a largo plazo que debe contribuir en el mejoramiento de los niños.
Además los padres se deben apropiar de las instancias de participación, como las juntas de padres de familia, consejos estudiantiles, la juntas directivas del colegio que junto a profesores, rectores, estudiantes y padres, articulen programas que construyan una educación mas acorde las necesidades del país.

¿En Latinoamérica existe algún modelo educativo que le pueda servir en Colombia?

En Colombia ya existen modelos educativos que le apuestan a ese cambio y ese mejoramiento, solo para mencionar un ejemplo se puede hablar de los procesos de educación propia que se viene desarrollando en el Cauca, donde se le enseña a la comunidad procesos académicos mas a acordes con las necesidades de la comunidad, es tan exitoso este proceso que ya se conformo la Universidad NISAC donde todos los saberes de la población se integran a cada una de las materias que se ven desde el colegio, que en fin de cuentas es la verdadera labor de la educación, que es preparar al hombre para la vida.

Las escuelas zapatistas también pueden servir porque estas tienen un grado de humanización que puede contribuir en todos estos procesos de apropiación de una verdadera cultura y un mayor conocimiento de lo que somos y lo que se puede hacer.
El profesor concluye diciendo que se debe trabajar por una educación superior que desarrolle planes de contingencia para la educación de las nuevas generaciones, y que este proceso puede a su vez contribuir para la reducción de la desigualdad cultural, económica y social de Colombia.

Por:  | marzo 06, 2014
Publicado en: www.las2orillas.co

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Hablemos de educación

educación colombia ciesUn país mejor en el mediano y largo plazo pasa, de una u otra manera, por una reforma a la educación en Colombia.

Es cierto que el balance no es del todo malo. Como muestran diversos estudios, Colombia ha logrado avances notables en materia de cobertura en educación básica y media.

El problema radica, sin embargo, en la calidad. Primero, porque la calidad es baja; de hecho, muy baja. Como muestran los estudios PISA sobre la calidad de la educación, Colombia ocupó el puesto 62 entre 65 países, entre los cuales estaban incluidos países de desarrollo económico medio y alto y otros países similares a Colombia. El estudio muestra, entre otras cosas, que el 74 % de los estudiantes colombianos se rajaron en la prueba de matemáticas, mientras que el promedio general de rajados, para todos los países, fue de 32 %. Un golpe duro.

Segundo, porque la calidad es desigual. Una investigación de DeJusticia que pronto saldrá publicada muestra que la educación que reciben pobres y ricos es muy desigual: a medida que el nivel socioeconómico del estudiante aumenta, también aumenta, y bastante, su desempeño académico (medido a partir de las pruebas Saber). Esta diferencia en el desempeño, que también existe entre zonas rurales y urbanas, termina siendo clave para acceder a una educación superior de calidad, la cual, a su vez, es fundamental para ser competitivo en el mercado laboral. La cuna viene con una condena, y el sistema educativo, en lugar de evitarla, la reproduce.

Las clases sociales no solo reciben una educación desigual, sino que además estudian por separado: el 93 % de los estudiantes de estrato 1 asisten a colegios públicos, mientras que el 98 % de los de estrato seis asisten a colegios privados.

Una mejor educación no sólo hace al país más competitivo económicamente, sino que además es un antídoto contra la desigualdad: una educación de calidad para los niveles socioeconómicos bajos reduce el efecto de esas desventajas de origen (la falta de dinero, de capital social, etc.) que suelen significar una derrota en la competencia por la educación superior y el mercado laboral.

Además, una educación pública de calidad puede convertir la escuela en un espacio de integración social y de construcción de ciudadanía, en el que personas con diferentes trayectorias de vida se reconozcan como iguales.

El problema de las políticas en educación en Colombia es doble. Primero, algunas de las decisiones que se han tomado no han sido las correctas. Por ejemplo, un estudioreciente de la Fundación Compartir muestra que es necesario modificar el Estatuto Docente para mejorar la formación, selección, evaluación y remuneración de los profesores. Segundo, algunas de las buenas decisiones que se han tomado han quedado en el aire y no se han ejecutado. El Plan Decenal de Educación 2006-2016, por ejemplo, da varios pasos en la dirección correcta, pero algunos de ellos se han quedado en el papel.

Esta es una invitación, entonces, a que en las próximas elecciones usted vote por los candidatos (al Congreso y a la Presidencia) que tengan la educación como prioridad. Y para eso es importante que nos hagamos dos preguntas. Primero, ¿qué proponen para mejorar la calidad de la educación? Y segundo, ¿cómo van a cumplir con lo que prometen? No basta enarbolar las banderas de la educación; exijamos propuestas concretas que partan de lo que se ha hecho y queda por hacer.

Es importante que siempre hablemos de la educación, de lo que está bien y de lo que está mal. Es importante, también, que pensemos en cómo mejorar la educación a través de otros espacios, sin reducir todos los caminos a la política electoral. Pero ahora, en esta etapa de elecciones y con un posible posconflicto a la vuelta de la esquina, debemos hacernos las preguntas más importantes y votar por las mejores respuestas.

 

* Investigador del Centro de Estudios de Derecho, Justicia y Sociedad –www.dejusticia.org

 

Por José Rafael Espinosa R*

Publicado el 6 de febrero de 2014, en Revista Semana.com

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