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CIES y su diferente modelo educativo

CIES BucaramangaEn Colombia la educación se define como un proceso de formación permanente, personal, cultural y social que se fundamenta en una concepción integral de la persona humana, de su dignidad, de sus derechos y de sus deberes.

En nuestra Constitución Política se dan las notas fundamentales de la naturaleza del servicio educativo; allí se indica, que se trata de un derecho de las personas, de un servicio público que tiene una función social y que corresponde al Estado regular y dar cumplimiento de sus fines.

En la sociedad moderna, la educación es la base fundamental para que una nación alcance su punto máximo y logre positivamente desarrollar todo su potencial humano.El modelo educativo de CIES esta enfocado en aportar las herramientas necesarias para preparar a las personas que por motivos especialmente económicos han a sido excluidos del sistema educativo en todos los niveles, frenando bruscamente las oportunidades básicas de superación y por consiguiente elevando el índice de desempleo, de inseguridad y de inconformidad; situaciones que influyen en la degradación del ser humano como parte vital de una sociedad.

CIES durante sus 13 años de creación ha aportado su modelo y toda la riqueza humana de su institución, para que cualquier individuo pueda acceder a una educación eficaz que lo conduzca a alcanzar las metas trazadas y así lograr su reconocimiento en la sociedad.

Nada nos detendrá, el compromiso es y seguirá siendo con la sociedad. Buscamos cerrar las brechas que existen entre el que puede y el que no puede acceder a una educación y así disminuir sustancialmente la exclusión social, dando las oportunidades para poder alcanzar un trabajo digno que satisfaga las necesidades de cada familia.

Todo este trabajo lo vemos diariamente reflejado en cada una de las personas a quienes nuestro modelo les ha devuelto la esperanza y la capacidad de salir adelante. Saber que nuestros estudiantes podrán afrontar la vida diaria en igualdad de condiciones nos llena de esperanza y alegría.

CIES es educación sin barreras, es inclusión educativa y social.

Jorge Gordillo

Director / CIES Bucaramanga

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La mala leche educación nacional

La divulgación de los resultados de las Pruebas Pisa 2012 que ubica a Colombia en materia educativa en la cola del mundo, no solo nos plantea la necesidad de una reforma urgente del sistema educacional, sino también a cuestionarnos sobre las razones profundas del fracaso. Ahora que los ánimos están calientes y la prensa nos recuerda lo lejos que estamos de alcanzar el desarrollo pleno. Ahora que las preguntas dan paso a las explicaciones y los colegios del país reconocen que en competencias educativas quedamos como una chancleta ante el mundo, es hora de que hablen los políticos, alcaldes y dirigentes de la educación.

Es el momento de reflexionar sobre los por qués. No el mayor  [por qué la educación nuestra es tan mala], sino sobre los otros: por qué nos fue como perro en misa en matemáticas; por qué tan pésimos en lectura y escritura; por qué no dimos pie con bola en ciencias; por qué nuestros futuros profesionales no leen bien y entienden peor. Es hora, creo yo, de que hable la Ministra de Educación, de que hablen los gobernadores de los 32 departamentos del país, de que hablan los alcaldes y concejales y los aburguesados revolucionarios de FECODE. Es hora de que hable el Presidente de la República y le explique a sus gobernados por qué la educación de Colombia huele a podrido y hace más ruido que un carro viejo subiendo una colina empinada.

Hoy estamos indignados porque en materia educacional solo estamos por encima de Indonesia y otras naciones cuyo PIB es inferior al nuestro. Estamos indignados porque cada vez que participamos en dichas pruebas bajamos varios peldaños del escalafón y demostramos que las habilidades nuestras solo se ponen de manifiesto en el chanchullo que llevan a cabo nuestros políticos para robarse los dineros del Estado y la de los directivos de la educación para inscribir en las distintas instituciones públicas del territorio nacional estudiantes fantasmas que luego les serán pagados como presenciales.

Es hora de que se abra una investigación profunda y que tenga que irse quien le corresponda. Es hora de dejar de buscar la fiebre en las sábanas. El país está jodido porque los corruptos  así lo desean y los honestos, que somos muchos, permanecemos pasivos ante el accionar de las mafias enquistadas en los sistemas educativo y político de la Nación.

Es hora, creo yo, de exigir un referéndum para transformar las políticas educacionales, de paralizar el país no solo para pedir un aumento de salario sino para demandar respeto por la formación de nuestros descendientes. Desde hace ya varias décadas, Colombia viene cuesta abajo en materia de educación. Están lejos los días en que los grandes colegios públicos del país se peleaban los primeros lugares de las pruebas del ICFES. Están lejos los días en que colegios como el Iném y el Liceo de Bolívar de Cartagena de Indias eran consideradas instituciones de respeto. Hoy son solo escuelitas donde asisten 25 de las 82 pandillas que tiene la ciudad.

Pero el problema, de orden nacional, va más allá. Pues las políticas de cobertura que ha puesto en marcha el Estado desde hace unos años para acá han violentado la exigencia académica y permitido que el soporte que mantenía con vida la selección de los estudiantes cediera. Hoy, al Gobierno le interesa mucho más mantener las aulas llenas que prodigar una formación de calidad, acorde con los nuevos estándares de la educación internacional, pues aunque lo que se busca es asentar las competencias en las distintas disciplinas del conocimiento, en muchas de nuestras instituciones siguen evaluándose contendidos. De ahí, sin duda, parte del fracaso que se pone de manifiesto cada vez que nuestros estudiantes acuden a la realización de las Pruebas Pisa u otras de carácter nacional como las Saber 11 o Saber Pro.

Perder el año escolar, como decían nuestros padres y abuelos, es hoy un mal negocio para el Estado aunque el estudiante no haga el mínimo esfuerzo para ser promovido. El problema es grave porque  la formación de los ciudadanos no se está mirando en término de excelencia sino bajo la lupa de cobertura-pérdidas. Es decir, cuánto dinero se va por el caño cuando un  alumno reprueba el año escolar y cuánto debe aportar el Estado para que lo repita. Las leyes para minimizar el impacto de reprobación han sido sin duda desastrosas porque han obligado a las instituciones escolares llevar a cabo una promoción casi automática de los educandos, sin importan si estos han desarrollado las competencias necesarias que les permita ser promovidos a un grado superior.

Hay que recordar que la función del Estado Social de Derecho no es hacer favores. Este tiene unas obligaciones constitucionales y morales con sus nacionales, y una de estas es la inversión sistemática en educación que permita el avance firme de sus instituciones y asegure un futuro digno a sus ciudadanos. Una inversión que no se limite solo a la cobertura, sino también que desarrolle los mecanismos necesarios para que esa educación se inserte en unos estándares mínimos de calidad, como lo exige el Programa para la Evaluación Internacional de los Estudiantes, PISA [por su sigla en inglés].

Recordar que los pueblos que olvidan su historia están condenados necesariamente a repetirla no es un lugar común, sino una manera sensata de apuntalar el lugar de fractura para que los que vienen no cometan las mismas faltas que nos condenaron. Es una cuestión de sentido común. Es la razón que lleva a un padre  a preparar el camino por donde transitará el hijo para que no caiga en los baches en los que él tropezó. En Colombia, la educación es mala porque las políticas que la rigen lo son. Y hasta ahora no se vislumbra a corto ni largo plazo un interés real del Estado por corregir los errores, lo que nos permite asegurar que los resultados de las próximas Pruebas Pisa serán peores. Para esto no se necesita tener una bola mágica de cristal. Los hechos hablan por sí mismos.

Por Joaquín Robles Zabala
Publicado el 07/12/2013 en http://www.semana.com

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Hablemos de educación

educación colombia ciesUn país mejor en el mediano y largo plazo pasa, de una u otra manera, por una reforma a la educación en Colombia.

Es cierto que el balance no es del todo malo. Como muestran diversos estudios, Colombia ha logrado avances notables en materia de cobertura en educación básica y media.

El problema radica, sin embargo, en la calidad. Primero, porque la calidad es baja; de hecho, muy baja. Como muestran los estudios PISA sobre la calidad de la educación, Colombia ocupó el puesto 62 entre 65 países, entre los cuales estaban incluidos países de desarrollo económico medio y alto y otros países similares a Colombia. El estudio muestra, entre otras cosas, que el 74 % de los estudiantes colombianos se rajaron en la prueba de matemáticas, mientras que el promedio general de rajados, para todos los países, fue de 32 %. Un golpe duro.

Segundo, porque la calidad es desigual. Una investigación de DeJusticia que pronto saldrá publicada muestra que la educación que reciben pobres y ricos es muy desigual: a medida que el nivel socioeconómico del estudiante aumenta, también aumenta, y bastante, su desempeño académico (medido a partir de las pruebas Saber). Esta diferencia en el desempeño, que también existe entre zonas rurales y urbanas, termina siendo clave para acceder a una educación superior de calidad, la cual, a su vez, es fundamental para ser competitivo en el mercado laboral. La cuna viene con una condena, y el sistema educativo, en lugar de evitarla, la reproduce.

Las clases sociales no solo reciben una educación desigual, sino que además estudian por separado: el 93 % de los estudiantes de estrato 1 asisten a colegios públicos, mientras que el 98 % de los de estrato seis asisten a colegios privados.

Una mejor educación no sólo hace al país más competitivo económicamente, sino que además es un antídoto contra la desigualdad: una educación de calidad para los niveles socioeconómicos bajos reduce el efecto de esas desventajas de origen (la falta de dinero, de capital social, etc.) que suelen significar una derrota en la competencia por la educación superior y el mercado laboral.

Además, una educación pública de calidad puede convertir la escuela en un espacio de integración social y de construcción de ciudadanía, en el que personas con diferentes trayectorias de vida se reconozcan como iguales.

El problema de las políticas en educación en Colombia es doble. Primero, algunas de las decisiones que se han tomado no han sido las correctas. Por ejemplo, un estudioreciente de la Fundación Compartir muestra que es necesario modificar el Estatuto Docente para mejorar la formación, selección, evaluación y remuneración de los profesores. Segundo, algunas de las buenas decisiones que se han tomado han quedado en el aire y no se han ejecutado. El Plan Decenal de Educación 2006-2016, por ejemplo, da varios pasos en la dirección correcta, pero algunos de ellos se han quedado en el papel.

Esta es una invitación, entonces, a que en las próximas elecciones usted vote por los candidatos (al Congreso y a la Presidencia) que tengan la educación como prioridad. Y para eso es importante que nos hagamos dos preguntas. Primero, ¿qué proponen para mejorar la calidad de la educación? Y segundo, ¿cómo van a cumplir con lo que prometen? No basta enarbolar las banderas de la educación; exijamos propuestas concretas que partan de lo que se ha hecho y queda por hacer.

Es importante que siempre hablemos de la educación, de lo que está bien y de lo que está mal. Es importante, también, que pensemos en cómo mejorar la educación a través de otros espacios, sin reducir todos los caminos a la política electoral. Pero ahora, en esta etapa de elecciones y con un posible posconflicto a la vuelta de la esquina, debemos hacernos las preguntas más importantes y votar por las mejores respuestas.

 

* Investigador del Centro de Estudios de Derecho, Justicia y Sociedad –www.dejusticia.org

 

Por José Rafael Espinosa R*

Publicado el 6 de febrero de 2014, en Revista Semana.com

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ESOS 10000 PESOS FUERON MI MEJOR INVERSIÓN

Estudiante CIES BucaramangaUn día, como cualquier otro, llegué a mi casa cansado de una larga jornada y justo cuando pasaba por mi sala, sobre el comedor había un panfleto de una organización que ofrecía becas de diferentes carreras académicas, escéptico pregunté:” ¿Quién trajo esto? Y la tierna voz de mi madre susurró: “yo lo hice, unas compañeras del trabajo me lo dieron y podría ser la oportunidad para que hables inglés”; sonreí enseguida y lo guardé.

 A la mañana siguiente cuando salí de la universidad, decidí averiguar más al respecto; caminando emotivamente  llegué a la CORPORACIÓN IBEROAMERICANA DE ESTUDIOS  y enseguida supe que algo grandioso estaba por ocurrir, no podía creer que por 10000 pesos tendría en mis manos la valiosa oportunidad que anhelaba, pasaron los días y tuve la inmensa fortuna de conocer a mi docente AIDER PESCA quién ha entregado, con gran alegría, todo su empeño para enseñarme lo más importante acerca del idioma que puede abrirme una infinidad de puertas en mi vida laboral: el inglés.

Siempre había visto este idioma como un gran obstáculo algo que sólo unos pocos manejan, hoy con 29 sesiones cursadas siento que he dado pasos agigantados y que estoy cada vez más cerca de alcanzar mis sueños; pero no sólo puedo hablar de mi desarrollo cognitivo, debo destacar los factores humanos que han hecho de mi estadía algo agradable en CIES, dentro de los cuales destacan el acompañamiento constante de los directivos y profesores, velando incansablemente por cumplir con las metas propuestas en los diversos planes de estudios que ofrecen,  la amabilidad con la que atienden a los diversos interrogantes que se presentan a diario y la fraternidad que encuentro  en mis compañeros de clase con los que he reído y aprendido enormemente.

Noche a noche he descubierto en esta increíble familia el apoyo y afecto que me han de llevar muy lejos en mi formación académica y moral. Es difícil imaginar que tu vida puede cambiar de un momento para otro, ahí enfrente hay muchas puertas que al abrirlas podrías hallar lo que siempre has buscado, sólo necesitas tomar la decisión de atreverte a intentarlo.

Fabián Leonardo Monares Bueno

Estudiante del programa de Inglés CIES

CIES Bucaramanga

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CIES es sueños y corazón

bucaramanga CIES estudianteLes escribo con toda sinceridad, estas palabras que realmente nacen de mi corazón, para que lo tomen como ejemplo, y jamás permitan que nadie absolutamente nadie trate de frenar sus sueños…

Hace siete meses, llegue a CIES ansiosa, temerosa, con muchas expectativas, dispuesta a sacrificarme a sabiendas que mi tiempo era poco, por el trabajo, mis dos hijos, y mi esposo. Por ello a medida que iba avanzando mis ánimos se minimizaron a tal punto que pensé en no regresar. Pero luego de recorrer un sinnúmero de obstáculos que marcaron de forma significativa mi vida, aterrice por fin y comprendí realmente la importancia de estudiar la carrera que siempre había querido, y que CIES me estaba abriendo sus puertas para que hiciera realidad mi sueño “ser una excelente docente”.

Desde ese preciso instante mi mente dio un giro importante entendí que la variedad de profesores que habían pasado por mi salón de clases me habían enseñado diversidad de conocimientos de forma especial cada uno a su manera y convicción, conocimientos que más adelante se los transmitiría a mis futuros estudiantes dejándoles una huella positiva, así como cada uno de mis profesores, la han dejado en mi.

Aprendí a ser más tolerante, mas paciente, a respetar las opiniones así no estuviese de acuerdo con muchas de ellas. A entender que cada una de mis compañeras a pesar de  tener personalidades diferentes perseguían un sueño al igual que yo, y posiblemente esas diferencias era lo que nos hacia especiales, porque si bien se que nuestra formación es individual, no podríamos llevarla a cabo si no trabajamos en equipo.

Hoy día le otorgo un valor especial a CIES porque nos da la oportunidad de estudiar a un precio módico,  sin importar nuestra edad, prueba de ello el ejemplo tan enriquecedor, que tenemos en nuestro grupo de Preescolar, a doña María Antonia quien a sus 58 años es nuestro más fehaciente ejemplo de superación.

Gracias CIES porque en esta institución aprendí, que solo yo, tengo el poder de decidir,  que soy la responsable de mis éxitos y quizás de mis fracasos, y la única forma de lograrlo es dotar mi mente de pensamientos positivos, manteniendo una actitud  profunda de confianza y esperanza en mis propias realizaciones.

 

Carmenza Hernández Ayala

 Estudiante del  programa de Preescolar

CIES Bucaramanga


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SE ABRE LA PUERTA DEL APRENDIZAJE, SE ABRE LA PUERTA DE CIES

Estudiante CIES CaliÉrase un 25 de Septiembre del año 2012, yo estaba realizando unos trabajos del colegio en la casa de un compañero cuando su madre se me acercó y me dio un papel con una propuesta que iba a darle un giro a mi vida, era la beca que abre las puertas al grandioso mundo del aprendizaje en CIES; muy interesado en la información que contenía esa hoja, me dirigí al computador para buscar datos que me pusieran en contacto con la sede en Cali.

Ya con el número telefónico en frente muy entusiasmado tomé el teléfono y marqué, sonaba un pito cada aproximadamente 2 segundos el cual lo único que me generaba era incertidumbre esperando la voz de una secretaria que me aclarara muchas dudas que tenía con respecto al ingreso a la institución. Luego de 20 segundos de ese momento tan escalofriante por fin escuché una voz muy femenina que me dijo: “Cies Cali, muy buen día”, con la voz un poco ida pero con la convicción de que esta era una gran oportunidad que iba a fortalecer mis conocimientos contesté, “Muy buen día señorita” y posteriormente pregunté sobre el ingreso a la educación en tal institución; me dijo que fuera para aclarar todas mis dudas.

Muy entusiasmado acudí inmediatamente a donde mis padres a comentarles sobre lo sucedido dejando en inconcluso mi tarea del colegio; ellos un poco intrigados con lo que les dije pero empeñados en que lo primero era mi futuro decidieron llevarme a tal institución nombrada por mí y que ellos apenas conocían.

Al otro día a las 7:30 de la mañana llegando a la sede me recibe el señor quien cuida la última puerta que me apartaba de la secretaria que era la persona central que necesitaba en ese momento, me mandó a la secretaría y ahí si me dije: “Llegó el momento Daniel”, saludé a la secretaria, ella entrelazó su mano con la mía y a partir de ese saludo supe que tenía la confianza y toda la oportunidad de preguntar todo lo que quisiera con respecto a lo que había planeado; empecé a tener una conversación con dicha mujer con el único fin de conocer los requisitos para entrar a estudiar a tan magnifica institución. Luego de tantas dudas aclaradas y con la decisión clara, me entrega un papel el cual estaba 100% seguro de diligenciar, pues sí, era el formulario de inscripción; estaba a un solo paso de asegurar un futuro mejor y obviamente, entusiasmado, lo firmé. Y la señorita me dijo: “Comienzas clases el 7 de Octubre”.

Ese domingo llegué temprano a la institución y muy esperanzado me reuní como todos en el auditorio en donde el rector nos daba los últimos tips para comenzar con las clases, ese fue un día fenomenal: conocí personas nuevas, inicié un gran sueño… Después de más de un año ignorando los obstáculos y esfuerzos, pero también agradeciéndole a los mismos, puedo decir, soy estudiante de sistemas y pertenezco a la Familia CIES.

Daniel Stiven Posada Buriticá

Estudiante de sistemas

Cies Cali

 

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MI PRIMER DÍA EN LA FAMILIA CIES

Alumno CIES 9Tan pronto como amanecía el 29 se septiembre del año 2012, aumentaban más mis deseos que el reloj marcara las 8:00 am; sin embargó existían en mí una serie de preguntas e interrogantes sobre como seria y que cambios traería a mi vida esta nueva etapa de formación profesional, observaba mi reloj con tantos deseos que las manecilla corrieran cada vez más rápido pero pareciera que el tiempo se detenía, ¡ya estaba impaciente!

Por fin eran las 7:00 am, ya debía salir de casa para así descubrir ese nuevo mundo que me esperaba, al llegar me encontré con la gran satisfacción que allí se encontraban muchísimas personas, ahora mi gran pregunta era, ¿Quiénes serán mis maestros y compañeros?. De manera muy ordenada todas las personas allí presentes ingresamos al auditorio y de un momento a otro nos dieron la bienvenida a FAMILIA CIES, cuando escuche la palabra familia, me fue inevitable transportarme por unos segundos a mi casa y hogar, y me dije a mi misma ¡es imposible!.

Terminado las indicaciones y demás recomendaciones el auditorio fue quedando totalmente vacío, pues cada grupo de estudiantes se dirigía a su aula de clases con el docente que se les fue asignado, todos estábamos a la expectativa de todo lo que sucediera, personalmente el traslado de una sede a otra para mí fue eterno, pero por fin llegamos a nuestro lugar de destino. El docente se presentó y nos pidió el favor que nosotros también lo hiciéramos, mis compañeros fueron tan amables y respetuosos que ahí fue donde empecé a comprender por qué el docente había empleado el termino familia.

Ya me encontraba un poco más tranquila y cien por ciento feliz porque a medida que transcurría la clase me sentía como en mi hogar, compartía con mis compañeros de clase, que ya no eran mis compañeros ahora éramos amigos y nos tratábamos como a hermanos, y el docente procuraba de la manera más fácil y perfecta posible transmitirnos su incalculable conocimiento brindándonos la confianza necesaria para preguntar cualquier duda que tuviéramos, todo fue perfecto.

Al llegar a casa, mi padre me pregunto; ¿Cómo te fue hija?, y con una gran satisfacción conteste; ¡Excelente!, padre, fue fantástico, mis compañeros y docente me hicieron sentir como en casa, tanto así que ni por un segundo extrañe el calor de mi hogar, si yo hubiese sabido que retomar mis estudios me traerían tanta satisfacción y alegría no me hubiese tomado casi dos años para hacerlo y lo hubiese hecho un día después de terminar el colegio, sencillamente fue genial.

Gracias CIES, porque en ti no solo encontré el mejor lugar para crecer profesional e intelectualmente, sino que también descubrí un nuevo mundo donde todos somos tratados de manera equitativa y nos queremos y protegemos como una verdadera familia.

 

 

Yennifer Marcela Barrera Escobar

Estudiante de Contaduría y Finanzas

CIES Bogotá, sede principal

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MI PRIMERA EXPERIENCIA UNIVERSITARIA

Estudiante bogota CIESEs muy gratificante culminar un día más, llena de vida y alegría. Saber que al otro día iré a estudiar, a empezar sexto semestre en pedagogía infantil gracias a la oportunidad que me dio la Corporación Iberoamericana de Estudios CIES.

En estos momentos me siento a reflexionar, y a pensar, que hermoso trabajo hace todo el equipo CIES, personas con un gran sentido humanitario y con unas inmensas ganas de dar todo lo que está en sus manos para enseñarnos las cosas que nos sirven para nuestras vidas profesionales.

Recuerdo ese día cuando entré por primera vez a CIES, fue tan extraño, pero a la vez tan emocionante, empezar esta nueva etapa de mi vida, con personas que son tan humildes y tan cálidas, que me brindaron confianza en un solo suspiro, luego al entrar al salón de clases,  y encontrar en cada compañero, un mundo distinto al mío, pero igual de maravilloso, fue para mí tan fascinante, que al recordarlo, se me eriza la piel; y ver por primera vez, a mi primera docente, llena de conocimientos que quería entregarnos a cada uno de nosotros, los que estábamos sentados en los pupitres de ese inmenso salón, allí conocí a las que ahora son mis mejores amigas, mujeres luchadoras y con tantas ganas de salir adelante como yo.

Esta docente dejo una huella inmensa en mí, porque es una mujer tan fuerte y tan sabia, que me da gusto siempre escucharla y verla. También recuerdo con una sonrisa en mis labios, a un docente, este hombre nos hacia reír con cada ocurrencia, y nos dio muchas lecciones de vida, tan importantes, como interesantes: este hombre me causó admiración y respeto, por su gran conocimiento, y sobre todo por el interés que le colocaba a cada una de sus clases, que eran tan agradables, que el tiempo se nos hacía muy corto.

De cada docente tengo un recuerdo bonito, que si escribo cada anécdota, no me alcanzaría las palabras para describirlas, pero no todo es tan color de rosa, en ocasiones hubo docentes que eran tan serios, que en primera instancia, me causaban temor y hasta inseguridad, pero de ellos aprendí que las cosas con esfuerzo y dedicación son las que mejor se valoran.

Hoy, pienso que cada persona que paso por mi vida, dejó tantas cosas tan bellas, que las aplicó a mi vida como docente en estos días, tengo como amigas a unas loquitas, que cada día me sacan una gran carcajada y momentos agradables, y tengo la plena seguridad que jamás olvidaré. Nunca me rendiré y seguiré estudiando y luchando hasta lograr todas mis metas.

Gracias familia CIES por brindarme un mundo lleno de conocimientos y alegría. Dios los bendiga a ustedes y sus familias.

Angie Stephanie Nova Martínez.

Estudiante de pedagogía infantil

CIES Bogotá, sede principal

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En el zenit educacional

estudiante cies 5Una tarde de hace un par de años, alguien me comentaba acerca de un instituto nuevo que se ubicaba en la ciudad, a la cual me acerqué y después de algunas charlas, me inscribí e inicié una etapa estudiantil técnica con miras a ser profesional. Es una gran ventaja la cual ofrece CIES por sus cómodos horarios y por estar al alcance económico de toda la población.

Inicié los estudios un domingo cualquiera para muchos, pero no para mí, ya que madrugar un domingo considerado día de relajación y pereza, se convirtió en un domingo de progreso. Un domingo que estaba lleno de dudas, me encontraba ingresando por la puerta de la educación, buscando por toda el área una cara amigable  y la fortuna me sonrió porque me encontré con grandes personas.

La calidez de sus docentes y todo el personal que integra la familia CIES  es una de las cosas que hacen diferente y grande dicha institución. Particularmente en mi caso estoy haciendo 2 carreras al tiempo, administración de sistemas, auxiliar en contabilidad y finanzas, incluyendo inglés y he podido apreciar en casi todos los horarios la buena predisposición del personal, la buena enseñanza y el trabajo en equipo encaminado hacia  la comunidad.

Todos en general, incluyendo los compañeros de estudio,  personas fantásticas, sencillas y con muchos deseos de adquirir más y más conocimiento, dispuestos a progresar por ellos mismos y sus familias; Eso lo demuestran día a día, en su afán de subir un escalón más, compartiendo con todos nosotros sus anhelos. Eso se ve reflejado en las buenas y agradables charlas, en las actividades curriculares en clase y extra clase como por ejemplo, las exposiciones u obras teatrales en inglés en donde pudimos interactuar con todos y sacarles una gran sonrisa que es lo que se requiere para poder olvidar aquellas tristezas que nos aquejan. También las  jornadas deportivas han permitido la unión entre los diferentes grupos como acontece los domingos porque compartimos con los de administración, sistemas, contabilidad, inglés y demás.

Somos una gran familia llenos de ideales, sueños, fortalezas, debilidades pero ante todo con mucho amor por la institución y por la capacitación que recibimos jornada tras jornada  mirando hacia el zenit educacional que nos permita ser unas personas más grandes las cuales podamos ofrecerles a nuestras familias un mejor porvenir  y hacer de CIES una institución cada vez más grande y posicionarla como la mejor del país.

Luis Alberto Galicia

Estudiante de Sistemas y Contaduría

CIES Ibagué

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CIES Experience

Estudiante Blog 4Ser parte de la familia CIES es una de las metas que muchos de nosotros hemos alcanzado y hemos aprendido a valorar y a querer, pero más que una meta, es un logro; una oportunidad  para empezar a construir un futuro ideal en nuestras vidas.

Las experiencias hacen al hombre, es cierto, pero cuando esas experiencias son tan agradables y son compartidas con personas que sueñan lo mismo que tu sueñas  y que quieren mediante sus capacidades y su visión de la vida salir adelante, no hay poder humano ni sobrehumano que te impida cumplir tus más grandes sueños y ser esa persona que te proyectas.

Mi experiencia en esta gran familia ha sido maravillosa. Allí he aprendido a perder quizás aquellos miedos que sé también, muchos tenemos; pero hay un miedo que todos tenemos en común al momento de dar un gran paso en el camino de la vida: el miedo al fracaso. Muchos me darán la razón, otros quizás, no sea ese su miedo, sin embargo, como dicen por ahí, si no se arriesga, no se gana, y si no se gana, simplemente, vuelves y te levantas pero jamás te das por vencido.

Creo que con el hecho de ya pertenecer a la gran familia CIES he demostrado que el miedo no es más que otro obstáculo de los muchos que he superado y superaré; no diré que los he superado para ser alguien en la vida, no; pues con el estar aquí, como dice mi madre: lleno de vida,  con mi familia, mi estudio, mis compañeros , mis maestros y mis metas propuestas , ya soy alguien, incluso todos y cada uno de nosotros somos alguien que queremos y planeamos un futuro muy cercano, en el que demostremos que salir adelante si se puede, y que los sueños se pueden cumplir siempre y cuando no los dejemos dormir.

Recuerdo que al llegar a mi primera clase de inglés, estaba nervioso, pues recordaba poco las lecciones que había aprendido en el que había sido mi colegio; pero en ese momento cuando el profesor de inglés entró y dio su clase, naturalmente, en inglés, le entendí todo.

Mi reacción ante esto fue de sorpresa y en definitiva quería seguir vivenciando esa experiencia y adquirir tal nivel que no solo ese profesor, sino todos, ya poseían. Después de un tiempo ya me había adaptado a que el profesor nos hablara en inglés, y ya era extraño para mi escucharlo hablar en español, incluso recuerdo que una compañera decía que no entendía nada, y la experiencia de yo poder haberla ayudado, a través de esa experiencia que el profesor nos brindaba, me llenaba de satisfacción; el compañerismo es algo que siempre he mantenido y lo he considero muy importante para una excelente convivencia.

Las experiencias vivenciadas me han dado la plena convicción de que quiero salir adelante, y que en un futuro, con cara de ponqué, y copa de champaña en mano,  al mirar atrás yo pueda decir THANKS, FAMILIA CIES!

Anderson Rubiano Yusunguaita
Estudiante del programa de Inglés

CIES Bogotá, sede principal.

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